La paz que sobrepasa todo entendimiento.
Nunca fue tan valorada en estos momentos que vivimos el «vivir en paz«. LO que muchos llamarían tener tranquilidad, tener sosiego, simplemente no tener estrés.
Las consultas de psicólogos están llenas de familias, de personas de todas las edades y de todos los géneros que buscan encontrar respuestas a su ansiedad, insomnio, estrés , infelicidad, depresión entre muchos otros problemas y situaciones con las que se les ha hecho imposible vivir.
Lo cierto es que la ciencia puede darnos sólo soluciones limitadas que nos podrán ayudar en situaciones específicas y en condiciones limitadas. No le quitamos el mérito, de manera alguna, a los esfuerzos humanos por encontrar respuestas a tantas interrogantes.
Pero la Gloria a quien realmente la merece.
La ciencia reafirma cada día la grandeza de Dios, quien ha permitido el desarrollo de la misma para nuestro propio bien, pero nos ha mostrado su poder al ser el único capaz de romper con cualquier ley de la naturaleza, lo que lo hace ser un Dios soberano y omnipotente, que va más allá de lo que vemos y más allá de lo que creemos imposible.
La paz la dividiremos en dos tipos diferentes. Yo quiero hablarte de la paz que el mundo pretende dar y la paz que sólo Jesús puede dar.
Muchas veces probamos cientos de métodos para alcanzar los objetivos profesionales que nos hemos propuesto, pero poco sabemos acerca de lo que nos enseña nuestro creador, que es el mismo que creó la bendita paz al inicio de los tiempos.
Era todo bueno en gran manera, alegría y amor se respiraba en el ambiente que Dios creó para la humanidad, hasta que un dia llegó a suceder lo que nos apartaría de tan perfecto clima.
Es por eso que en este mundo será imposible llegar a esa paz absoluta que sólo Dios conoce y que fue afectada a causa de la mentira y la desobediencia.
La paz es algo puro, bueno y su resultado es armonía general, equilibrio entre el sentir y el hacer. Es satisfacción plena, es fe en la promesa a pesar de las circunstancias, es esperanza eterna en el Dios que ha dicho que pase lo que pase siempre estará con nosotros y que nada podrá separarnos de su gran amor.
La Paz que el mundo enseña
Quiero que analices estos ejemplos que quizás en alguna vez hemos hablado o escuchado.
- No se puede alcanzar durante las dificultades.
- Para alcanzarla debemos vivir como queremos vivir o como los demás quieren que vivamos.
- Aceptarse con faltas y debilidades, sin necesidad de cambiar nada, pues simplemente «somos así».
- Centrarse solamente en las necesidades propias, mi paz a toda costa, aunque ello implique hacerme de oídos sordos y ojos ciegos a los problemas de los demás. «Nada puede robarme la paz, cada cual con lo suyo».
- Búsqueda de la constante aprobación de los demás, «debo estar en paz con todos, por eso no me meto en sus problemas , las mentiras piadosas para no tener un problema es permitida, no critico para evitar que se pongan bravos conmigo, no critico para que nadie me critique, digo lo que los demás quieren oír, no porque lo sienta sino porque quiero sus votos, su aprobación».
- Se relaciona con el bienestar material, logros profesionales y estado de salud. Aquí la típica frase: «Mientras más tienes, más vales», «ese pobre tonto no me robará mi paz, después de todo con qué cuenta», nadie me sacará de mis casillas y muchos menos esos de clase media», «para poder ser feliz necesito terminar tal cosa», «no entiendo como ellos pueden ser tan felices con tan poco».
La Paz que sólo Jesús nos puede dar
“La paz os dejo, mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da”, (Juan 14:27).
- Puede llegar incluso en medio de las pruebas o en cualquier circunstancia. Así nos fue dicho para que tengamos fe sabiendo que Jesús ya venció por y para nosotros. Si la has experimentado sabes que no tiene explicación, pues ves como cuando llega el día malo, la prueba tú estás como torre fuerte, como roca que no se mueve, quizas alguna puedan hasta pensar que estás actuando fríamente o te has quedado en shock, pero la verdad es que ya Jesús te había preparado y el Espíritu Santo te ha inhundado de su inagotable paz.
«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo». Juan 16:33
- La paz se alcanza cuando conocemos y obedecemos la Palabra de Dios como máxima autoridad en nuetras vidas, como manual que nos protege del mal.
«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado». Isaías 26:3
- El arrepentimiento sincero nos da paz. Así podemos dejar atrás los viejos problemas, los viejos hábitos y los viejos pecados que un día nos tuvieron encarcelados.
«Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte». 2 Corintios 7:10
- No está condicionada por las riquezas materiales ni por los logros alcanzados en este mundo. Sabiendo que nuestra esperanza está en una patria mejor.
«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
«Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.» Lucas 4:4
Siguiendo la voluntad de Dios podremos estar seguros que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien. Así que no nos intimida lo que vemos , pues no vivimos sólo por vista sino por lo espiritual, duradero y eterno.
Además confiamos en que nada nos podrá separar de áquel que nos llamó. Tenemos completa fe en que el mismo que dio su vida por nosotros en la cruz del Calvario nos ha enviado al Espíritu Santo el cual nos fortalece, anima y enseña acerca de los tiempos , a fin de que no nos deseperemos sino que confiemos en la promesa que está por venir.
Así, queridos hermanos, teminamos este artículo con el último versículo de la Biblia y a la vez, pidiendo que nuestro Señor Jesucristo nos llene cada día con esa paz hermosa que sólo Él puede darnos.
«La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén».
Espero que hayamos despertado interés en ti para aprender y buscar más de la «paz de Dios«.