Introdución
La vida se traduce en tiempo, el cual a su vez se mide en minutos, segundos, horas, días, meses y años.
Cuántas veces te has puesto a pensar en todo lo que has hecho durante toda tu v ida, en el tiempo que Dios nos ha regalado.
Una frase muy común entre todos es “el tiempo se va volando”. Las personas queremos expresar lo rápido que se nos va el tiempo , sin a veces darnos cuenta. La realidad es que hay personas muy ocupadas, las cuales sienten que su tiempo no les alcanza y otros que por determinadas razones desean que el tiempo pase rápido para llegar a a alcanzar algún objetivo en concreto o terminar con una situación que les molesta y quieren que llegue a su fin.
El caso es que realmente el tiempo es el recurso más valioso que poseemos y por tanto queremos hoy tomar un momento para juntos reflexionar en cómo debemos apreciar y aprovechar cada momento que tenemos.
Uno de los errores que tenemos los seres humanos es “no vivir el presente”. Muchos vivimos en el pasado, cargando culpas, dolores y recuerdos que nos llenan sólo de dolor, amargura y remordimiento. Por eso podemos escuchar muy a menudo “ Si pudiera retroceder en el tiempo, si pudiera hacer las cosas de otra manera “.
Lo cierto es querido lector/a que no podemos cambiar el pasado y es bueno que así sea. Por mucho que queramos nunca podremos tener el poder de hacer todas estas cosas, cambiar el destino, manipular toda situación y tener el control de todo lo que sucede. No está en nuestras manos como humanos hacer este tipo de cosas, que sólo le corresponde a una mente maestra y sabia, como el CREADOR.
De ahí la importancia de vivir el presente y disfrutar de las experiencias cotidianas.
¿Cómo valoramos el tiempo?
El tiempo es un recurso limitado y nuestras decisiones y prioridades determinan cómo lo utilizamos. Reflexionemos hoy en cómo lo estamos invirtiendo y si estamos enfocándonos en lo que realmente nos importa.
Hoy, seguramente hay muchos que ya no están presentes en nuestras vida. Ellos ya no tienen oportunidad de hacer ni de cambiar nada, pero nosotros aún sí. El que estemos vivos implica que hay algo que debemos hacer, hay algún trabajo para el que se nos necesita. Tu familia, amigos, escuela, trabajo, comunidad, país y mundo te necesitan.
Sólo en Dios podremos conocer el propósito de nuestras vidas y sólo así podremos estar agradecidos, valorando cada segundo que respiramos. Dios nos creó , aunque aún no lo sepas o no estés seguro de ellos con un propósito, que llegará a ti, te lo aseguro, cuando te integres a Dios en y para todo.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Colosenses 1:16
El valor de las relaciones también se mide por el tiempo que le dedicas
El tiempo que compartimos con nuestros seres queridos y la calidad de esas relaciones son fundamentales para una vida en felicidad. Las conexiones humanas enriquecen nuestra existencia y nos dan un sentido de pertenencia y aceptación.
Analicemos en este día cuanto tiempo de nuestro día utilizamos para nuestros seres queridos, amigos y sobre todas las cosas para Dios. Una vez que entiendes que tu vida es tiempo y ,que por cierto, este es limitado, puedes entonces comenzar a determinar a qué cosas le prestarás mayor atención y cuales debes realmente rechazar porque te están alejando de lo que realmente importa.
No es posible que le digamos a alguien que le amamos pero que no tenemos tiempo para él/ella, es un poco contradictorio. Porque aunque esta es la teoría, en la práctica esto es muy frecuente. El trabajo, las responsabilidades familiares, las situaciones cotidianas y otras nos sustraen gran cantidad de nuestras horas diarias. La situación más difícil es que hoy en día damos preferencia a pasar tiempo en las redes sociales que al tener una conversación o hacer una corta visita a algún familiar.
Y si hablamos de orar, ayunar y leer la Biblia, son cosas que para muchos no forman parte de su agenda diaria. Podemos entender que hay mucho que hacer y que estamos muy ocupados, pero hoy oro a Dios para que nos haga entender que muchas veces sí tenemos tiempo, el hecho es que no sabemos manejarlo correctamente, que no somos conscientes de que hay cosas que nos roban la atención con gran facilidad.
La importancia del equilibrio
Debemos encontrar el equilibrio entre las responsabilidades y obligaciones diarias y la búsqueda de la felicidad y el bienestar, la búsqueda de la plenitud en Cristo, entre lo que debemos hacer y lo que queremos hacer. Tenemos necesidad de dedicar tiempo a las cosas que nos apasionan, a aqeullas para las que fuimos creados, en las que fluimos de manera natural. No se trata solamente de dejar de hacer una u otra cosa, sino de encontrar el equilibrio.
La importancia de la integración para el buen manejo del tiempo
Dando continuación al especto anterior que es el equilibrio, hoy te quiero traer la clave perfecta para encontrarlo. No quiere decir que yo del todo lo hay alogrado, estoy en ese camino, para el cual he tenido que hacer muchos cambios, parar, volver a empezar y muchas veces decir que no.
La clave es la Integración a Dios, por tres razones fundamentales que están, en su mayoría, recogidas en Efesios 2:10
- Fuimos creados, no nos hicimos a nosotros mismos, contamos con tiempo limitado y cada uno es especial y ha recibido dones y talentos.
- Fuimos creados en Cristo Jesús , para Él y para sus propósitos
- Fuimos creados para hacer buenas obras, las que ya Dios preparó de antemano, no tenemos que estar buscando por otro lugar, pues es en Dios que lo vamos a encontrar, ya Él tiene todo preparado.
Para reafirmar estas razones y enmarcar la importancia de la Integración en nuestras vidas te invito a que veamos que dice Juan 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Naturalmente somos personas y tenemos necesidades, pero hoy quiero que sepas que las mayor necesidad o escasez que tenemos como seres humanos es espiritual.
Aprende de mi experiencia
En el área personal y espiritual la escasez que más he presenciado es de tiempo, pero eso me ha ayudado a tomar acciones para lograr mayor organización, para ser más disciplinada y constante. He aprendido a agradecer a Dios por el mismo y a pedir a Él que me ayude a establecer prioridades.
Antes no era tan constante e intencional a la hora de leer la Palabra, orar y ayunar. Hace ya algún tiempo he tomado estas cosas como imprescindibles en mi vida diariamente. Y realmente he visto el avance.
Una limitante es quizás el escuchar mucho a otros en vez de escuchar más a Dios. Por tanto debo seguir acercándome más a Dios y buscando la guía del Espíritu Santo.
Una limitante también ha sido para mí el dejarme vencer rápidamente, esperando que todo esté perfecto, pero me he dado cuenta que no es así, uno debe caminar aunque las cosas no estén marchando como uno espera. Me he dado cuenta como el enemigo se levanta cada vez que quiero hacer algo especial para Dios, cada vez que quiero orar, ayunar, etc.
En el área emocional estoy tratando de ser estable emocionalmente estable, para poder servir al Señor sin importar cómo me sienta. Estoy siendo intencional en este sentido para poder sanar todas las heridas y ser una mujer, madre y esposa sana que actúa con amor, poder y dominio propio.
En el área económica también hemos tenido y tenemos limitaciones, que se deben en la mayoría de los casos, a no haber utilizado las finanzas de manera correcta y sabia. Por eso estamos trabajando en tener un presupuesto familiar, ahorrar las provisiones, delimitar los gustos de las necesidades, concentrándonos en las prioridades y necesidades reales presentes. En esta área debo lograr un balance entre ingresos y gastos. Ser constante y fiel en los diezmos y las ofrendas es una de las claves fundamentales para la bendición, pero la sabiduría a la hora de emprender negocios y proyectos es primordial.
En el área profesional y de conocimiento estoy intentado terminar los cursos que estoy realizando y busco no entrar en más ninguno sin haber terminado estos. Esto ha sido un problema, que no termino las cosas que he empezado. Y eso me frustra , porque estoy aprendiendo mucho, pero produciendo muy poco.
En el área de familia también me he sentido con limitaciones de tiempo, de organización, y en ello trabajamos constantemente para involucrar a los niños en los planes de la familia y que cada miembro pueda apoyar a los otros en su llamamiento.
Palabras finales
En fin, creo que las limitaciones se irán disipando a medida que nos vayamos integrando más a Dios cada día y ser sensibles a la voz del Espíritu Santo para hacer lo que conviene, en el momento que conviene.
Si ciertamente no podemos cambiar ni el presente ni el futuro, podemos vivir el presente de la mano de Dios y tendremos el futuro garantizado en sus manos y nos irá bien en todo lo que hagamos , dejando de ver la cosas a nuestra manera, sino viendo las cosas a través de la perspectiva sobrenatural.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Aprovecha bien tu tiempo
Te dejamos por aquí algunos consejos que te ayudarán en el manejo del tiempo de manera efectiva y asertiva.
- La mejor manera de valorar nuestro tiempo, de recibir claridad para planes y proyectos y mantenernos enfocados es cuando estamos INTEGRADOS A DIOS. Para ello debemos ser conscientes e intencionales cada día de nuestra necesidad de alimento espiritual. Separa cada día tiempo y espacio para la lectura de la Biblia, la oración y la adoración a Dios. Práctica el agradecimiento. Desarrolla una lista de peticiones y ten a mano un planificador de oración, ayunos y estudios bíblicos.
- Define metas y objetivos claros en las distintas áreas importantes de tu vida, como trabajo, salud, relaciones personales y desarrollo personal. Luego, establece prioridades para dedicar tiempo y esfuerzo a cada una de ellas.
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- Planifica tu tiempo, usando herramientas como agendas, calendarios o aplicaciones de gestión del tiempo para planificar tus actividades diarias y semanales. Trabaja por bloques de tiempo específicos para diferentes tareas y actividades. Delimita con claridad y cumple rigurosamente el tiempo para el descanso.
- Elimina las distracciones: Identifica las principales distracciones que te roban tiempo, como las redes sociales, la televisión o el exceso de reuniones innecesarias. Trata de limitar o eliminar estas distracciones durante tus períodos de trabajo o enfoque para ser más productivo.
- Delega, no trates de hacerlo todo tú mismo. Aprende a delegar tareas y responsabilidades a otras personas, ya sea en el trabajo o en tu hogar.
- Aprende a decir «no», establece límites y di «no» a las solicitudes y compromisos que no se alinean con tus prioridades.
- Aprovecha los “tiempos muertos”, estos son esos momentos en los que no estás realizando ninguna tarea específica, como las esperas, y aprovecha ese tiempo, escuchando audiolibros, podcasts o realizando tareas pequeñas.
- Una cosa a la vez. En lugar de intentar hacer varias cosas a la vez, porque algunos dicen que es efectivo, concéntrate en una tarea a la vez.
- Practica el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te gusten, como hacer ejercicio, leer, escuchar música o simplemente tomar una siesta, te ayudará a recargar energías y mantener el equilibrio en todas las áreas de tu vida.
Para que puedas vivir en equilibrio recuerda que debes buscar la integración a Dios y evalúa periódicamente cómo estás utilizando tu tiempo y si estás logrando aquello para lo que fuiste creado.
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